La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, visitó hoy las obras de la nueva bioincubadora ubicada en el Parque Tecnológico de Asturias (Llanera) acompañada del consejero de Industria y Empleo, Graciano Torre, y del presidente y la directora del Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI Asturias), Víctor G. Marroquín y Eva Pando. Este espacio innovador, actualmente en construcción, está promovido por el IDEPA con la colaboración del Ministerio de Ciencia e Innovación, que aporta 2 millones de euros de fondos procedentes del Plan Español de Estímulo de la Economía y el Empleo (Plan E).
En total, la obra supondrá una inversión de 3 millones de euros, de los que 1,79 se destinan a la construcción y a los proyectos técnicos necesarios, y 1,16 millones de euros, al equipamiento.
Este nuevo espacio supone la ampliación del actual edificio del CEEI Asturias y albergará la primera bioincubadora del Principado que cuenta con todo el equipamiento necesario para las empresas del sector biotecnológico y cuya finalización está prevista el próximo 30 de junio.
La construcción de esta bioincubadora responde al potencial de desarrollo del sector en Asturias, en el que están jugando un papel fundamental las spin off surgidas en el ámbito de la Universidad; y se suma a los diferentes apoyos existentes en la región para la creación de este tipo de compañías –con un elevado componente innovador y largos periodos de maduración— que necesitan apoyos específicos que les permitan trasladar el conocimiento científico al mundo empresarial, una financiación adecuada a sus necesidades y espacios adaptados a sus actividades.
El nuevo edificio
En total, serán 1.264 metros cuadrados construidos de bioincubadora, distribuidos en cuatro plantas de unos 300 metros cuadrados cada una que se sumarán a los 2.000 del actual edificio del CEEI para albergar distintos locales e instalaciones al servicio de la incubación de empresas.
La planta baja del nuevo edificio incluirá cinco oficinas nido de unos 12 metros cuadrados cada una para alojar proyectos empresariales en su fase embrionaria. Además, acogerá el vestíbulo de acceso, recepción, servicios comunes y cuartos de instalaciones. La primera planta se destinará a una sala polivalente con capacidad para unas 100 personas y con salida directa al exterior, y a una sala de juntas de 60 metros cuadrados.
En las dos plantas superiores, se ubicarán seis oficinas con laboratorio donde se instalarán empresas bio en su fase de lanzamiento. Estos módulos, de dimensiones entre los 50 y los 70 metros cuadrados, estarán equipados son el material necesario: mesetas, vitrinas, armarios de seguridad, campana de extracción de gases, fregadero, duchas de seguridad, etcétera. Además, todos dispondrán de una pequeña oficina con dos puestos de trabajo.
La sala de instrumental común se dotará de autoclave, frigoríficos, agua de calidad pura y ultrapura, microscopios, termodesinfectadora, entre otros equipamientos. Tanto las oficinas nido como las que disponen de laboratorio, se han diseñado para optimizar al máximo el espacio, y podrán disfrutar de los servicios comunes de las empresas alojadas en el CEEI. Para ello, las obras de ampliación conllevan la redistribución de la planta baja del edificio existente, compartiendo la recepción y ampliando la actual zona de comedor (office). También se habilitará una biblioteca y un aula de formación divisible, entre otros espacios.
Encuentro con emprendedores y jóvenes empresas innovadoras
Tras visitar la obra de la nueva bioincubadora, la ministra de Ciencia e Innovación mantuvo un encuentro con emprendedores y jóvenes empresas innovadoras asturianas, entre las que se encontraba una nutrida representación del sector biotecnológico: EntreChem, Dropsens, Micrux Fluidic, HealthSens, Tesis Telemedicina, Metria Digital, Intelmec Ingeniería y PULSE Ingeniería.
La biotecnología es, según la definición de la OCDE, “la aplicación de la ciencia y la tecnología a organismos vivos, así como a partes, productos y modelos de los mismos con el fin de alterar materiales vivos o inertes para proveer conocimientos, bienes y servicios”. En esta definición se incluyen los subsectores englobados bajo la denominación “Ciencias de la Vida” en el Plan Nacional de I+D+i: la biomedicina, las tecnologías para la salud y el bienestar, la biotecnología y la biología molecular, celular y funcional.
Se trata de un sector que en los últimos años ha ido ganando protagonismo para la economía y el bienestar de los ciudadanos. Su desarrollo implica, no sólo la generación de un nuevo sector empresarial sino que contribuye a mejorar los procesos y operaciones de diferentes sectores industriales, ya sean tradicionales o más innovadores (energético, agroalimentario, sanitario…). Por tanto, la biotecnología ha de ser entendida como un sector horizontal que incide en gran variedad de industrias generando productos de alto valor añadido, produciendo mejoras en la productividad y repercutiendo en la calidad de vida de las personas y en el medio ambiente.
Enlace a Ministerio de Ciencia e Innovación
Llanera, abril 2010