En un pequeño local de apenas 65 metros cuadrados en la calle Gamonal, en Ciudad Naranco (Oviedo), crecen plantas. No lo hacen, pues, ni en un campo ni en grandes invernaderos. Crecen en vertical, en un sistema que maximiza el espacio y permite cultivar tres veces más de lo que se lograría en suelo. Teresa Portillo y Javier Espina, 'Javi', dos biólogos asturianos de 29 años, están detrás de esta iniciativa. «No nos veíamos como agricultores en el campo y en la carrera descubrimos los cultivos hidropónicos. Al final ahorra mucha agua, como un 90%, respecto a otras técnicas de agricultura ya que el agua recircula y la reserva nos dura una semana y media y los rendimientos del cultivo son mayores», explican.
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