El origen de la crianza submarina está en las botellas recuperadas de navíos hundidos. Tras diversos análisis se observó que estos vinos presentaban diferencias con los mantenidos en bodegas debido principalmente a la temperatura de conservación, la ausencia de luz y el movimiento del agua marina sobre las botellas.
Durante este último año Marevinum ha estado realizando catas comparativas que han confirmado diferencias notables en estos vinos, tanto a nivel organoléptico como de estructura y equilibrio.
Esta bodega submarina que se ubica en Bustio (Rivadedeva), saca estos días al mercado su primera remesa de vinos envejecidos a 24 metros de profundidad. Las botellas son trasladadas a tierra con el suficiente cuidado para preservar las incrustaciones que adquieren durante su estancia bajo el mar.
Fuente: LNE (18.12.2017)
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Llanera, 22 de diciembre de 2017
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