La joven empresa asturiana Triditive, que actualmente ultima su fábrica de producción aditiva en serie, es un ejemplo de que en la impresión 3D el límite lo pone la imaginación. Sus impresoras, de diseño propio, han impreso réplicas de obras de arte, piezas y carcasas para máquinas y otros enseres, complementos para ropa de diseño, comida, repuestos, accesorios para dispositivos electrónicos, prótesis,..
A más largo plazo, la empresa se ha embarcado en un proyecto de investigación para lograr imprimir en 3D con biopolímeros (plásticos para usos médicos) moldes en los que implantar células capaces de generar tejidos vivos y, quizás algún día, órganos.
La existencia de empresas como Triditive, la próxima apertura de un taller de impresión 3D en Arcelor y la experiencia que acumula la Universidad de Oviedo sitúan a Asturias como referente europeo en esta materia.
Fuente: lne.es (21.01.2018)
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Llanera,23 de enero de 2018
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