Para el éxito en el desarrollo de una idea empresarial, existe un factor es absolutamente imprescindible: el emprendedor / empresario.
Conviene reflexionar sobre las propias capacidades y carencias. No siempre el ideador de un negocio es quien resulta mejor capacitado para su puesta en marcha. Todo consiste en proponérselo, rodearse de los socios y/o colaboradores apropiados, así como acudir a formación y asesoramiento especializado.
• Motivación y seguridad en sí mismo: personas altamente motivadas con su proyecto y con una ilusión fuerte para ponerla en marcha a pesar de los posibles contratiempos que se puedan producir.
• Afán de perfección: los empresarios prósperos aprecian la perfección; se exigen a sí mismos una ejecución impecable del trabajo y unos buenos resultados y no se satisfacen con menos.
• Capacidad de trabajo y concentración en el mismo: fuerte capacidad de trabajo para dedicarle a su empresa el esfuerzo y tiempo que requiera.
• Elección de un riesgo moderado: las personas con alto grado de necesidad de realización desean un riesgo moderado, lo suficiente para que resulte emocionante, pero con una esperanza razonable de ganar.
• Percepción del futuro: sentido especial para captar oportunidades de negocio: las personas de talante emprendedor ven y aprovechan rápidamente las oportunidades; demuestran una mentalidad creadora y convierten las oportunidades que observan en programas de acción.
• Especial valoración de la información: personas interesadas en obtener información de todo tipo. La valoran muy especialmente, sobre todo en función de lo que la misma les pueda aportar; quieren rápidamente datos sobre los resultados que han obtenido.
• Optimismo en situaciones nuevas: las personas con gran necesidad de realización tienden a ser optimistas en las situaciones que no conocen; las probabilidades de éxito quizá no estén claras, pero las circunstancias pueden ser atractivas.
• Actitud hacia el dinero: personas que respetan el dinero, pero que no son avariciosas.
• Iniciativa y previsión en la gestión empresarial: personas que sin perder de vista el presente, dedican una gran parte de sus pensamientos al futuro.
• Necesidad de obtener resultados: personas que no suelen hacer las cosas por hacerlas; todas sus actividades tienen un objetivo marcado en base a obtener unos determinados resultados del carácter que sea.
• Personalidad dominante: personas con gusto por la organización y dirección de tareas.
• Capacidad innovadora: personas creativas, con imaginación e interés por implementar cosas nuevas en cualquier área de la organización