Las buenas ideas, las oportunidades de negocio, pueden provenir de fuentes muy diversas que en muchas ocasiones tenemos muy cerca de nosotros. Existen innumerables clasificaciones sobre estas fuentes. Nos limitaremos a una de ellas, la que distingue entre fuentes externas y fuentes internas.
• Clientes y consumidores.
• Proveedores.
• Distribuidores.
• Mercado exterior.
• Cambios en la estructura de los mercados.
• Cambios demográficos.
• Cambios culturales.
• Cambios en el marco político-legal, etc.
• Imitación de productos o servicios.
• Análisis de "debilidades".
• Estudio de su organización y sus actuaciones comerciales.
• Inventos y patentes.
• Know-how.
• Revistas científicas y técnicas.
• Instituciones y organismos de investigación.
• Previsiones tecnológicas.
• Redes tecnológicas.
Los aspectos más significativos de las principales fuentes externas son:
• Clientes y consumidores, que están en contacto directo con múltiples productos y con los resultados de su utilización, lo que les pone en condiciones de proporcionar sugerencias en cuanto a posibles modificaciones, mejoras, nuevos usos, etc., derivados de su propia experiencia.
• Proveedores tanto de materias primas como de componentes, envases, etc., dada la dimensión que alcanzan en algunos casos, pueden disponer de potentes departamentos de I+D, generando oportunidades de negocio que no explotan por motivos de coherencia estratégica, pero que pueden ser utilizados por nuevas empresas con capacidad innovadora.
• Distribuidores, que, al estar en contacto directo con los clientes, pueden percibir mejor sus quejas y sugerencias, lo que resulta particularmente relevante de cara a la realización de mejoras y adaptaciones de productos ya existentes, y la detección de nuevas necesidades.
• Mercado exterior, que aporta información sobre productos o novedades técnicas surgidas en otros países y transportables al mercado nacional, así como sobre nuevas posibilidades en cuanto a usos, formas, modelos, etc. de productos ya conocidos en el propio país.
• Competencia, pues tanto desde una perspectiva técnica (desarrollando sus propios nuevos productos), como económica (mediante sus formas de actuación en los mercados), los competidores proporcionan continuamente una información que puede ser origen de ideas para nuevos productos.
• Inventos y patentes, fruto tanto del esfuerzo investigador de empresas o instituciones como de la actividad privada de algunas personas. Si bien pueden no resultar de utilidad por sí mismas, en ocasiones suponen el punto de partida para el desarrollo de nuevos productos.
• Instituciones y organismos de investigación, como las universidades y otros centros, tanto públicos como privados, que pueden no estar capacitados para comercializar los resultados obtenidos con su investigación, los cuales pueden satisfacer ciertas demandas existentes
• Consultores externos, cuya aportación suele ser más objetiva, al no encontrarse involucrados directamente en la actividad de la empresa innovadora o del emprendedor
• Agencias de publicidad, que suelen disponer de personal altamente creativo y en contacto con el mercado, cuya capacidad puede canalizarse hacia la obtención de ideas para nuevos productos.
• I+D en productos.
• I+D en procesos
• Control de calidad.
• Recepción de devoluciones y servicio de atención al cliente.
• Producción.
• Marketing.
• Intereses y características personales.
En cuanto a las fuentes internas, hay que destacar:
• Investigación y desarrollo, o I+D, desarrollada por el emprendedor y su equipo, que genera nuevos conocimientos y avances técnicos que pueden ser la base para nuevos productos.
• Intereses o características personales del emprendedor, pues muchas empresas exitosas provienen de una idea encontrada a raíz de un interés o una característica personal del emprendedor.
Una vez que la idea ha surgido hay que validarla, es decir asegurarse que es una buena idea. El cuadro siguiente resume este proceso.
• ¿Qué necesita o necesitaría el mercado?
• ¿Cuándo lo necesita?
• ¿Con qué frecuencia?
• ¿A qué precio?
• ¿Cómo reaccionaría ante un precio distinto? (¿inferior? ¿superior?)
• ¿Se adapta la idea del negocio a lo que el mercado necesita? ¿Qué modificaciones habría que hacer en el nuevo producto o servicio que se ha concebido?
• ¿Satisfacen las demandas de los consumidores? (Verificarlo en relación a las preguntas anteriores para nuestro nuevo producto o servicio en cada uno de los puntos expuestos)
• ¿Se ha comportado siempre el mercado así? si no lo ha hecho, ¿a qué razones ha sido debido? (¿al alza, a la baja?)
• ¿Ha sabido responder la competencia frente a esos cambios? (¿positivamente? ¿negativamente?)
• ¿Podría la empresa responder tal como lo ha hecho la competencia en los casos positivos? (y en este caso, ¿qué herramientas utilizó? ¿más financiación para publicidad? ¿cambios en el producto?)
• ¿Qué grado de innovación presenta la idea de negocio? ¿En qué se diferencia respecto de lo que existe actualmente en nuestra región, país? ¿Y respecto de Europa? ¿Y a nivel internacional?
• ¿Cómo se satisface en la actualidad la necesidad detectada? ¿Plantea la idea de negocio novedades en relación al modo en que la necesidad se satisface?